Un
pequeño tributo a un compañero que fue consecuente con su forma de pensar y de ser, en
las buenas, en las malas y en las muy malas… hasta el final de sus días.
Martín
Carmona era su nombre legal, pero en los tiempos de la lucha revolucionaria lo
conocimos como “Malela”.
Luego de
ser combatiente pasó a formar parte del aparato de Logística; era uno de
aquellos héroes anónimos que sorteaba la vida a diario por las carreteras
guatemaltecas y zonas fronterizas, cercanas a los frentes guerrilleros, para llevar
distinto tipo de vituallas militares, armamento y municiones.
Siempre
con una amplia sonrisa y sus ojos achinados; mostraba optimismo ante la vida.
Su
carácter y fortaleza fueron puestos a prueba en innumerables momentos y situaciones
peligrosas, pero la más difícil fue aquella cuando un comando del ejército
mexicano les hizo el alto. Tres hombres y una mujer jóvenes, en un pequeño
camión, podrían ser sospechosos, pero todo estaba en regla, los explosivos y
armamento debidamente escondidos.
A pesar
de ello hubo una pequeña falla. Uno de los compañeros llevaba en un ataché documentos
de la organización; algún croquis y planificación militar. A los soldados les
pareció extraño que siendo camioneros llevaran portafolio y procedieron a
registrarlo. Eso fue todo. Ninguna “pantalla”
aguantaba con aquel error.
Todos
fueron bajados del vehículo e interrogados.
Hasta ese momento no habían encontrado nada. Un oficial de alto rango
mandó a que se descubriera, como fuera, si el camión tenía doble fondo. David gritaba asustado que no golpearan el
vehículo y uno de los militares le pegó una cachetada, molesto por su
insistencia; aclaró que si lo hacían volarían en pedazos.
Entonces
David se acercó y abrió el buzón. El
oficial sudó nervioso, de lo que pudo haber pasado.
Fueron
trasladados a una cárcel mexicana, donde estuvieron detenidos cinco años y
nueve meses.
Ahí
también forjaron carácter y se ganaron el respeto de los reclusos, a quienes
ayudaban a leer y escribir, además de poner orden en las rutinas diarias y
crear un sistema de organización.
Con la
firma de la paz fueron liberados por el gobierno mexicano y retornados a
Guatemala, donde se reincorporaron a la vida social, aportando al bien común
desde la finca de desmovilizados, en el sur del país.
Malela
seguía sonriente, con algunas canas, pero con mucho ánimo todavía por aprender
cosas nuevas que redundaran en el bienestar colectivo.
Una
enfermedad aceleró su partida.